martes, 19 de mayo de 2009

Postal 5: ¿Qué método cartesiano?

Dijo Schiaretti, gobernador de Córdoba y aliado de Reutemann con miras al 2011:
“A Reutemann y a mí nos eligió Clarín.” (acá)
Y eso importa, claro. La democracia nuestra de cada día es el producto de minutos de pantalla acumulados. Sin aire, sin pantalla, no hay opción política que exista. No hay asociación estratégica más relevante para un político que estar en buenos términos con los medios. ¿Por qué todos sonríen y se amigan con las boludeces de CQC, por ejemplo? ¿O cómo imaginar un De Narváez convertido en opción política sin el atajo mediático que le permiten los billetes? A quién elija Clarín, importa. Que De Narváez sea dueño de América, también. Que el gobierno haya elaborado un acuerdo con Telefé, lo mismo. O que se estime en 270 millones el piso de gasto publicitario del gobierno de Scioli para este año. ¿Pero por qué importa tanto? Porque sólo quienes pueden destinar una fuerte inversión en publicidad tienen derecho a la existencia en el panteón de los candidatos populares. Al resto no le queda más que migajas en algún que otro trasnochado encuentro de cable. La fórmula es la siguiente: Si Clarín me elige a mí, en consecuencia, la gente también me elegirá. ¿Pero hay realmente elección por parte de la gente, cuando las opciones vienen predigeridas por los grupos de poder?

Ya lo había dicho Descartes, poco antes de morir, cuando se diera cuenta de que su método basado en la duda había sido una pelotudez:
“Esta sí va en serio, che: Me publicito, luego, existo.”

viernes, 15 de mayo de 2009

Postal 4: Daniel Scioli, un ícono límbico

En Radio Continental, Magdalena Ruiz Giñazú interpeló al gobernador Daniel Scioli. En más o menos diez ocasiones, la periodista intentó extraer una respuesta acerca de si el gobernador va o no a ocupar la banca para la cual se postula. En cada una de estas (más o menos) diez ocasiones, el gobernador esquivó la respuesta. Ni sí, ni no. Scioli es un claro símbolo de la incertidumbre política en la que estamos. Todo puede ser, o puede no serlo, o puede que sea a medias; hoy puedo estar con éste, hoy con aquél, mañana con ambos; hoy defiendo ciertas políticas, mañana otras, pasado las dos –sin importar cuán contradictorio esto sea. El periodista que acompañaba a Magdalena (y que también hizo su inútil intento por extraer una respuesta del gobernador) lo definió con corrección: el limbo existe. El limbo es una incógnita. Las certidumbres, las precisiones siempre pueden molestar a alguien. Scioli, con su habilidad para quedar bien con todos y evitar precisiones es el gran ícono del limbo político en el que estamos encharcados.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Postal 3: Bailar para salvar el ecosistema


Este fin de semana tuve ocasión de ver la multipremiada Happy Feet. Uno podría discutir el valor de las impactantes imágenes digitalizadas, pero no su moraleja, que a fuerza de épica holliwoodense y matemático final feliz, aparece despojada de toda posible ironía:


"A no preocuparse, chicos, la naturaleza es sabia; todo lo que hace falta para salvar a los pingüinos, es que estos desgraciados aprendan a bailar."